MARIGUANA LEGAL. Desde hace décadas ha estado sobre la mesa la idea de legalizar por completo la siembra, distribución, venta y consumo de la mariguana.
El argumento de una gran mayoría es, básicamente, que al legalizar el negocio del enervante, la violencia generada por los cárteles que lo trafican se va a reducir drásticamente, lo cual suena muy alejado de un escenario real.
Ayer se llevó a cabo en la Ciudad de México una marcha para conmemorar el Día Internacional de la Mariguana, cuyo objetivo principal fue exigir el reconocimiento al derecho del consumo recreativo y el autocultivo.
También se pidió atajar la criminalización de los usuarios e incluso la creación de espacios “seguros” para el consumo del enervante.
Hay que reconocer que, al menos en México, estamos todavía muy lejos de poder llegar a un nivel en el que el consumo recreativo se compare con ciudades como Ámsterdam, donde ya hay toda una cultura alrededor de la mariguana y sobre todo, hay una conciencia real sobre el uso responsable de la misma.
Normalizar su consumo con el cigarro o el alcohol, sinceramente, depende también en gran medida de la responsabilidad social y ahí es donde seguimos alejados de otros países.
En lo que sí se debe avanzar es en el uso medicinal de la planta, ya que, precisamente por los impedimentos del uso recreativo, muchos tratamientos no pueden llevarse a cabo en nuestro país y ya hay ejemplos donde es necesaria la mariguana para curar o tratar a pacientes.
Ahí sí podemos dar un paso más.