El insomnio afecta a millones de personas en México y, ante la falta de un tratamiento adecuado, muchas recurren a la automedicación, lo que puede derivar en problemas aún más graves. Un estudio de la Clínica del Sueño de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) advierte sobre el uso irracional de medicamentos y sustancias para combatir este trastorno, aumentando el riesgo de dependencia y efectos secundarios negativos.
Ulises Jiménez Correa, investigador de la Facultad de Medicina de la UNAM, participó en el estudio Uso irracional de medicamentos entre adultos con insomnio: un estudio observacional en una clínica del sueño en México, donde se identificó que el 18.8% de los adultos mayores de 20 años en el país padecen insomnio. La dificultad para conciliar el sueño o mantenerlo durante un tiempo adecuado ha llevado a muchas personas a consumir fármacos sin un seguimiento médico adecuado.
El uso indebido de medicamentos y otras sustancias
La investigación, publicada en la revista Pharmacy, analizó a 89 pacientes con insomnio crónico y encontró que, si bien la mayoría obtenía los medicamentos por prescripción, muchos de ellos no eran los adecuados para su condición.
Efectos en la salud y la vida diaria
El insomnio no solo afecta el descanso nocturno, sino que también impacta la vida cotidiana. La falta de sueño puede provocar fatiga, irritabilidad, ansiedad y depresión situacional en el corto plazo, mientras que a largo plazo aumenta el riesgo de padecer enfermedades como hipertensión y afecta el desempeño laboral y la seguridad al conducir.
A pesar de la gravedad de esta problemática, hasta el 85% de las personas con insomnio crónico en México no reciben un diagnóstico ni tratamiento adecuado. El insomnio, junto con otros trastornos del sueño como la apnea o el ronquido, disminuye la calidad de vida de quienes lo padecen.
La importancia de un tratamiento especializado
Los especialistas recomiendan que quienes padecen insomnio eviten la automedicación y busquen atención profesional. Un tratamiento supervisado permite abordar el problema con estrategias adecuadas, reduciendo el riesgo de dependencia y mejorando la calidad del sueño de manera efectiva y segura.
