El día de hoy conmemoramos 71 años del fallecimiento del ideólogo positivista Agustín Aragón y León. Pero pocos son los que conocen la vida y obra de este ilustre morelense. Algunos cuernavacenses han escuchado de él debido a que una céntrica calle de Cuernavaca lleva su nombre.
Agustín Aragón y León, nació el 28 de agosto de 1870 en la entonces villa de Jonacatepec. Era hijo de José Hermenegildo Aragón y de la señora Victoria León. Creció en el campo morelense en un ambiente hogareño, sano y limpio y ordenado, recibiendo la educación primaria de un maestro filipino que se había formado con padres jesuitas en la Perla de Oriente, Manila, Filipinas. Pero también fue educado directamente por sus padres quienes contaban con una gran inteligencia y sentido de responsabilidad, además de que eran partidarios de los ideales republicanos y liberales. De ellos aprendió los valores de justicia, libertad y patria. Desde pequeño descubrió su vocación por el estudio, el saber y la enseñanza.
Siendo muy niño, el 4 abril de 1876, Don Agustín presenció la entrada a Jonacatepec de las tropas del coronel Modesto Reyes, quienes habían tomado por asalto esa villa, muriendo en esa acción el jefe político de ese distrito, Jacobo Llamas. Reyes y sus hombres eran parte de los pronunciados que enarbolaban el Plan de Tuxtepec, que encabezados por Porfirio Díaz querían derrocar al presidente Lerdo de Tejada, quien intentaba reelegirse en su cargo. Este hecho marcó la vida de Don Agustín, pues posteriormente lo motivó a interesarse por la política.
En 1884, la familia Aragón y León se estableció en la Ciudad de México, en donde Agustín experimentó un nuevo clima de modernidad material e intelectual. Al poco tiempo ingresó a la Escuela Nacional Preparatoria, para realizar sus estudios de nivel medio en donde por 5 años cursó asignaturas para ingeniería, medicina, arquitectura, farmacias y jurisprudencia, terminando en 1889.
Continuó sus estudios profesionales en la Universidad de México (entre 1891 y 1893) en la carrera de ingeniero geógrafo y de minas. Posteriormente complementó su preparación profesional en el Conservatorio, en la escuela de Comercio y estudiando las corrientes filosóficas que venían de Europa.
Desde su época de estudiante se dedicó a la enseñanza, la cual fue una de sus grandes pasiones. Ya como profesionista impartió clases de economía política y matemáticas superiores en la Escuela Nacional de Ingeniería. También estudió historia natural y meteorología en la Escuela de Agricultura, así como física y química en el H. Colegio Militar.
También trabajó para la Secretaría de Fomento, durante la administración del presidente Porfirio Díaz, participando en el trazo de la línea divisoria entre México y Estados Unidos. Por sus amplios conocimientos, Don Agustín participó en la creación de la monumental obra “México y su evolución social” que intenta explicar el proceso civilizatorio de la nación.
Su interés por el estudio y el conocimiento de la realidad lo llevaron a interesarse por la corriente sociológica positivista, la cual se fundamenta en el predominio de la ciencia sobre cualquier otra idea. Corriente que se introdujo en nuestro país como filosofía y como sistema educativo bajo el lema “orden y progreso”.
En 1898, Agustín Aragón y León viajó a Francia para asistir a la celebración del primer centenario del natalicio de Augusto Comte, creador del positivismo o física social y de la disciplina de la sociología. Llevado por su interés por el positivismo varias veces visitó Europa.
Para 1900, junto con Horacio Barreda, otro gran ideólogo positivista, publicaron la Revista Positiva, la cual editaron durante 14 años. En ella Aragón y León dio a conocer sus conocimientos e ideas sobre la sociología contemporánea, cuestiones filosóficas, científicas, sociales, literarias y de política.
Su interés por mejorar la sociedad en la que vivía lo llevaron a incursionar en la política, llegando a ser diputado de 1900 a 1910, teniendo una brillante y destacada participación, manifestándose en contra de la política implementada por Don Porfirio Díaz.
Durante la Revolución, en su revista, anunció el triunfo de los que se habían declarado en contra del injusto reparto de la riqueza y a favor de la recuperación de las tierras de las que habían sido despojados.
Debido a la falta de recursos económicos y a que el país se encontraba convulsionado por la Revolución, en 1914 Aragón y León ya no pudo continuar con la publicación de su revista.
Durante los gobiernos convencionistas (1914-1916) se desempeñó como Secretario de Fomento y posteriormente, como asesor de la presidencia.
Murió el 30 de marzo de 1954, dejando como herencia sus ideas plasmadas en estudios de ingeniería, historia, sociología y poesía.