Roma, Italia.– El vehículo que trasladó este sábado los restos del papa Francisco por las calles de Roma hacia su última morada en la Basílica de Santa María la Mayor tiene un profundo vínculo con México. Se trató de una camioneta Dodge Ram color blanco que utilizó el pontífice durante su visita a tierras mexicanas en 2016, y que fue donada posteriormente al Vaticano por autoridades de nuestro país, confirmó un vocero de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
El féretro del papa recorrió importantes vialidades de la capital italiana a bordo de esta camioneta ante la mirada de unas 400 mil personas, quienes se congregaron para despedir al primer papa latinoamericano y jesuita de la historia. Desde muy temprano, las calles, la plaza de San Pedro y sus alrededores se llenaron de fieles que, entre aplausos y oraciones, rindieron homenaje a Francisco.
El cortejo fúnebre partió desde los Foros Imperiales, siguiendo por la Vía Labicana y Vía Merulana, con San Juan de Letrán como telón de fondo, hasta llegar a la plaza de Santa María la Mayor, donde reposarán sus restos.
Durante su visita a México en febrero de 2016, el papa Francisco recorrió alrededor de 400 kilómetros en el papamóvil, en un emotivo viaje que abarcó cinco regiones del país, incluida Ciudad Juárez. Ahí, denunció con firmeza las injusticias que sufren los migrantes, enviando un mensaje contundente al mundo.
En cada parada de aquel histórico recorrido, miles de personas se apostaron a lo largo de las calles para saludar al pontífice, coreando su nombre y recibiendo su bendición. Aquella cercanía que Francisco procuró con el pueblo mexicano, hoy regresa como símbolo de despedida, al ser un regalo de México el vehículo que lo acompañó en su último adiós.