Dicen que cuando una mujer avanza, no hay fuerza que la detenga. Y si además se organiza con otras, pues agárrense, porque lo que viene es transformación con alma, con corazón y con agallas. Eso parece estar entendiendo bien la Presidenta Claudia Sheinbaum, quien esta misma semana, en una de las mañaneras, presentó una batería de políticas que podrían marcar un antes y un después en la vida de millones de mexicanas.
La Red Nacional de Tejedoras de la Patria, los Centros LIBRE, la Línea 079 opción 1, las abogadas de las mujeres y las asambleas ‘Voces por la igualdad y contra las violencias’ son apenas algunas puntadas del gran tapiz que empieza a tejer este gobierno. No se trata de ocurrencias ni de discursos domingueros: hay estructura, hay rumbo y, lo más importante, hay voluntad política.
Ahora, tomemos en cuenta que esto apenas empieza y el reto mayor será garantizar que esos 678 centros se construyan bien, que las líneas telefónicas no se saturen ni se queden sin personal, y que las abogadas realmente tengan con qué defender a quienes han vivido violencia. Seguramente así será y no se quedará solo en la mañanera.
Y ya que hablamos de voluntad, es justo destacar a quienes no sólo levantaron la mano, sino que se metieron al ruedo. En Morelos, la gobernadora Margarita González Saravia ha sido de las primeras en entrarle con decisión y sin titubeos. Su compromiso ha sido tan firme, que su administración dio un paso más allá: se creó la Secretaría de la Mujer en el Estado, con la clara intención de institucionalizar el respaldo a estas políticas desde lo local. Eso, en un País donde el machismo todavía hace de las suyas, es de reconocer.
Así que sí, hay que reconocer que con Claudia Sheinbaum empieza un nuevo capítulo para las mujeres. Uno que tiene una base sólida y en el que llegan todas. El tiempo dirá si estas políticas se convierten en derechos tangibles que trasciendan otros sexenios, pero por lo pronto, el telar está montado, el hilo corre, y las tejedoras —de Morelos y de todo México— ya están listas para bordar una patria más justa, más libre y más nuestra.
No está de más decir que esto es a título personal.
6x6: La WWE se echó a la AAA al bolsillo, y uno no sabe si fue por gusto o por estrategia. Porque la verdad, la AAA siempre quiso jugar en las grandes ligas, copiando estilos, luces y hasta los dramas de los gringos. Pero competir a nivel internacional, lo que se dice competir, pues no más no cuajaba. Y, para ser sinceros, desde que falleció Antonio Peña, su fundador, y después Joaquín Roldán, la AAA ha venido en decadencia. Peña fue quien le dio esa esencia única que la distinguía, y Roldán mantenía la chispa, pero desde su partida, la lucha libre de la AAA ha perdido fuerza, con cambios de dirección y un enfoque más comercial que deportivo.
Ahora, lo más importante de es ¿qué pasará con las cenizas del Lic. Antonio Peña, esas que se paseaban por cada lucha?