Aunque suele pasar desapercibida, la salud dental desempeña un papel fundamental en el desempeño de los atletas. Diversos estudios han revelado que problemas como caries, inflamación de encías o infecciones orales no solo afectan la boca, sino que también pueden tener un impacto directo en la condición física de los deportistas.
El desgaste físico al que están sometidos los atletas hace que su sistema inmunológico sea más susceptible a cualquier tipo de infección, incluida la bucal. Una simple gingivitis, si no se trata, puede evolucionar a periodontitis, una enfermedad inflamatoria que afecta los tejidos que sostienen los dientes. Esto no solo causa dolor, sino que también puede provocar una respuesta inflamatoria generalizada en el cuerpo, afectando músculos y articulaciones.
Además, la mala salud oral puede interferir con la nutrición y la calidad del sueño, dos pilares esenciales en la recuperación y el rendimiento deportivo. Un dolor dental crónico puede alterar la alimentación, dificultando la ingesta de alimentos clave para la energía y la recuperación muscular. También puede impedir un descanso adecuado, reduciendo la capacidad del cuerpo para regenerarse después del esfuerzo físico.
Los expertos también señalan que el uso frecuente de bebidas energéticas o isotónicas, comunes en el entorno deportivo, puede dañar el esmalte dental debido a su acidez y alto contenido de azúcar. Esto incrementa el riesgo de caries, otro factor que podría comprometer el bienestar general del atleta.
Por todo esto, especialistas en medicina deportiva recomiendan incluir revisiones dentales periódicas dentro de los chequeos médicos regulares de los deportistas, así como adoptar una rutina de higiene oral estricta y adecuada.
Cuidar la salud bucal no es solo una cuestión estética, sino una parte esencial del entrenamiento invisible que sostiene el rendimiento y la salud integral de quienes practican deporte de forma profesional o amateur.
