En un hecho histórico, por primera vez en cuatro décadas las mujeres ingresaron a un estadio para presenciar el partido de eliminatorias rumbo a Qatar 2022.

Aunque el año pasado se autorizó que algunas iraníes fueran “invitadas” a un amistoso contra Bolivia, al día siguiente el fiscal general aseguró que esto no se repetiría porque “conduce al pecado”.

La FIFA presionó por un largo tiempo a la Federación de Futbol de la República Islámica de Irán (FFIRI, por sus siglas en inglés) y tras las advertencias más recientes, se permitió que las aficionadas compraran sus entradas para asistir al compromiso.

Los 3 mil 500 boletos asignados se vendieron en menos de una hora y se abrieron mil 100 plazas más; sin embargo, a diferencia de recintos como teatros o salas de cine, en el estadio Azadi no se permitió que mujeres y hombres se sentaran juntos, por lo que hubo una zona en el inmueble vigilada por 150 mujeres policía.

Enfundadas en su bandera, con los colores pintados en el rostro y cantando durante todo el partido, las féminas no solo disfrutaron la goleada de su selección, sino también una victoria en la lucha por la igualdad en el estadio con capacidad para 78 mil personas.

La batalla de las mujeres iraníes para disfrutar del futbol ha ido mucho más lejos de las canchas. Sahar Khodayari murió hace un mes por quemaduras en el 90 por ciento de su cuerpo después de rociarse con gasolina y prenderse fuego frente al Tribunal Revolucionario de Teherán.

Khodayari de 30 años de edad, ya había estado en prisión era conocida como la ‘Chica Azul’ porque apoyaba al Club Cultural y Atlético Esteghlal. El 12 de marzo de 2019 se vistió de hombre para ir a un partido entre su equipo favorito y Al Ain, pero fue descubierta y remitida a juicio. Cuando supo que tendría que cumplir seis meses más en la cárcel, decidió inmolarse.

Esta prohibición no está escrita en ninguna ley iraní, pero se estableció poco después de la Revolución Islámica de 1979. El presidente de la FIFA Gianni Infantino, la calificó como “inaceptable” y en redes sociales se ha utilizado el hashtag #WakeUpFIFA para que el organismo rector del futbol permita que más mujeres asistan a futuros partidos.

Por su parte, Human Rights Watch también pide a la FIFA que el cupo femenino no se limite, considerando que la cifra 4 mil 600 espectadoras es “discriminatoria, engañosa y peligrosa”.

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