En el siglo pasado el crecimiento de la población ha presentado altibajos importantes a nivel mundial, sin embargo este fenómeno acarrea una peculiaridad que no se había presentado con anterioridad y que actualmente es una constante, la concentración de la población en espacios determinados nos ha dejado una marca sin retorno; anteriormente la población se conformaba como una sociedad eminentemente rural ocupando un sinnúmero de localidades sin generar grandes concentraciones, al principio del Siglo XIX solo el 20 % de la población existente vivía en ciudades, cien años después, el porcentaje creció al 30 % y en la actualidad se ha conformado una sociedad predominantemente urbana, en donde el porcentaje de la población urbana rebasa el 50 por ciento.
En México se presenta el mismo fenómeno con un crecimiento urbano acelerado, y hoy 7 de cada 10 habitantes radican en localidades urbanas, esperando que en los próximos 20 años según proyecciones de la CONAPO, la población urbana representará más del 85 %, esta tendencia ha provocado la expansión de los centros de población sobre el territorio de dos o más municipios o estados, conformando zonas conurbadas y metropolitanas.
Este proceso se ha presentado en el país desde el inició de la década de los cuarentas con el reconocimiento de las primeras zonas conurbadas, teniendo como cabecera la
Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara; en el estado de Morelos, a principios de la década de los ochentas se reconoció la existencia de 4 zonas conurbadas: Cuernavaca con 5 municipios, Cuautla con 4 municipios, Jojutla con 5 municipios y Oaxtepec – Cocoyoc – Paraíso de América con 3 municipios.
El reto demográfico que enfrenta el País se manifiesta no sólo en el crecimiento poblacional, sino en los grandes desequilibrios que se presentan con este fenómeno; por un lado encontramos una gran concentración de población en algunos centros urbanos, con la problemática que esto representa, y por otro, se conserva una gran dispersión de la población en una gran cantidad de localidades.
El proceso de crecimiento poblacional que se ha dado en las zonas urbanas ha sido generado por la migración interna, al existir movimientos importantes de población rural que en la búsqueda de oportunidades y un mejor nivel de vida, se trasladan a los grandes centros urbanos, debido a que en ellos pueden encontrar una mejor oferta de infraestructura básica, equipamiento, servicios y sobretodo fuentes de empleo, que les redunden en una mejor calidad de vida.
Este proceso de crecimiento de zonas urbanas, ha incorporado con el paso de los años a aquellos municipios que presentan una relación funcional con las zonas urbanas aun cuando no formen parte física de ellas, generando a partir del 2010, el reconocimiento de manera oficial por la Federación, de la Zona Metropolitana de Cuernavaca con 8 municipios y de la Zona Metropolitana de Cuautla con 6 municipios; ambas zonas metropolitanas concentran más del 76 % del total de la población del estado. De manera local, el Gobierno de Morelos ya reconoció la existencia de la “Zona Metropolitana de Jojutla” que integra a 9 municipios, las tres zonas metropolitanas concentran más del 90 % de la población del Estado.
Esta concentración de población en zonas urbanas ha rebasado la capacidad de los gobiernos locales para cubrir las necesidades y demandas de infraestructura, equipamiento y servicios básicos, por lo que es apremiante fortalecer los lasos regionales para poder hacer frente a la problemática que presentan de manera común los municipios involucrados, en virtud de que se generan problemas en un municipio y la afectación se da en otros municipios. Dentro de la problemática común que se genera podemos señalar, entre otras lo siguiente:
• Altos índices de crecimiento demográfico.
• La contaminación de ríos y barrancas se genera en municipios de los altos y perjudica a los municipios aguas abajo.
• La disposición final de la basura no se realiza en el mismo municipio que la genera, los rellenos sanitarios se ubican en municipios distantes.
• Las zonas habitacionales fueron construidas lejos de los municipios que concentran el desarrollo económico, el equipamiento y los servicios regionales.
La metrópoli debe verse como un todo, porque además de que se presentan problemas comunes, existen actividades que se comparten como las siguientes:
• La población trabaja en un municipio y vive en otro.
• El equipamiento regional y los servicios se concentran en un municipio y dan servicio a todos.
• Los municipios deben compartir sus fuentes de abastecimiento de agua potable con sus vecinos.
El fenómeno metropolitano obligó a las autoridades federales, a reconocer su tamaño y problemática, por lo que en el año 2003 se integró el grupo interinstitucional conformado por la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) y el Consejo Nacional de Población (CONAPO), los cuales se encargaron del análisis exhaustivo para la delimitación de las zonas metropolitanas del país, y en el 2004 se identificaron 55 zonas metropolitanas, en donde aparece por primera vez la Zona Metropolitana de Cuernavaca, para el 2005 se reconoce a la Zona Metropolitana de Cuautla. De acuerdo al Censo de población del 2015, en la actualidad existen 74 zonas metropolitanas en el país.
A fin de dar solución a la problemática que genera la gran concentración de población en las zonas metropolitanas, a partir del 2005 la Federación asigno recursos por primera vez y solo fueron dirigidos a la Zona Metropolitana de México, para el 2008 se beneficiaron 7 zonas metropolitanas, en el 2009 y 2010 el beneficio fue para 10 zonas metropolitanas, y hasta el 2011 Morelos fue beneficiado con recursos del Fondo Metropolitano.
Los recursos del Fondo Metropolitano están orientados a promover la adecuada planeación del desarrollo regional para impulsar la competitividad económica, la sustentabilidad y las capacidades productivas de las zonas metropolitanas.
No obstante la buena intención de las autoridades federales por otorgar recursos para las regiones más pobladas de la república, nos debe quedar claro que la repartición no es equitativa, ya que solo en 3 zonas metropolitanas –México, Guadalajara y Monterrey- se asigna más del 80 % del recurso autorizado. Morelos ha recibido del 2011 al 2017 un total de 362 millones, de los cuales más del 80 % se asignaron para la ZM de Cuernavaca y el 19 % para la ZM de Cuautla.
Los recursos asignados a las zonas metropolitanas nunca serán suficientes para solventar las carencias que tienen los municipios que las integran, recientemente las autoridades locales aprobaron la necesidad de más de 2’000 millones de pesos para obras de infraestructura hidráulica, vialidades y equipamiento, lo cual contrasta con la falta de atención de la federación, ya que en el 2018 y 2019 la federación no asigno recursos del Fondo Metropolitano a Morelos.
Queda claro que cuando se pertenece a una federación se espera el apoyo económico del gobierno federal, sin embargo, las entidades federativas no deben cifrar su desarrollo en los apoyos externos, deben buscar la forma de organizarse internamente para lograr el desarrollo económico que requieren, principalmente ante un fenómeno tan importante como la concentración de población en zonas urbanas en donde desaparecen los límites territoriales de los municipios.
La realidad nos ofrece una total descoordinación entre los municipios que integran una zona metropolitana, aun cuando existen leyes que la norman; el reto a seguir es la implementación de una “Política de Desarrollo Metropolitano Sustentable”, la cual presente como objetivos comunes:
• Controlar la expansión urbana y consolidar las zonas metropolitanas mediante el aprovechamiento de las superficies intraurbanas disponibles.
• Propiciar condiciones de sustentabilidad social y económica.
• Establecer un proceso de movilidad sustentable en las ciudades mediante un transporte masivo.
• Actualización de sus documentos normativos en materia urbana, considerando un enfoque regional.
El fenómeno de la concentración de la población en zonas metropolitanas adquiere una mayor importancia en la actualidad, debido a que en sus orígenes se generó con movimientos migratorios internos, en donde las ciudades atraen a la población rural en busca de un mejor nivel de vida; situación que puede agravarse por la existencia de un proceso de migración internacional, en donde Morelos es parte obligada de las rutas de los migrantes centroamericanos que se dirigen a la Unión Americana.
Debemos evitar el círculo vicioso del modelo tradicional de México, el cual se caracteriza por enfocarse a reducir la pobreza atendiendo sus efectos más que las causas del problema.
“Academia Nacional de Arquitectura Capítulo Morelos A.C.” / opinion@diariodemorelos.com