Nacido en el municipio de Jonacatepec, Morelos, José de Jesús Gutiérrez Rebollo comenzó su carrera militar como un oficial prometedor dentro del Ejército Mexicano. Con una reputación intachable, ascendió rápidamente en las filas hasta convertirse en General de División, uno de los rangos más altos en las fuerzas armadas. Durante décadas, fue considerado un símbolo de disciplina y firmeza en la lucha contra el crimen organizado. Sin embargo, su caída fue tan espectacular como su ascenso, al ser acusado de colaborar con Amado Carrillo Fuentes, conocido como "El Señor de los Cielos."

Ascenso y reconocimiento

Gutiérrez Rebollo fue nombrado jefe del Instituto Nacional para el Combate a las Drogas (INCD) en 1996, un puesto clave en la lucha contra el narcotráfico en México. En ese momento, su nombramiento fue recibido con aplausos tanto en el ámbito nacional como internacional. Se le consideraba un hombre de mano dura, incorruptible y comprometido con la erradicación de los cárteles de la droga que amenazaban la estabilidad del país. Su base de operaciones estaba en Guadalajara, Jalisco, un estado conocido por ser un centro neurálgico del narcotráfico.

Durante su gestión inicial, Gutiérrez Rebollo mostró resultados concretos: supervisó importantes operativos que llevaron a la captura de varios líderes de cárteles y al decomiso de grandes cargamentos de drogas. Estas acciones reforzaron su imagen como un funcionario ejemplar, dispuesto a enfrentar las amenazas del crimen organizado sin concesiones.

El escándalo: vínculos con Amado Carrillo Fuentes

En 1997 todo cambió, cuando una investigación interna reveló que Gutiérrez Rebollo mantenía estrechos lazos con Amado Carrillo Fuentes, líder del Cártel de Juárez y uno de los narcotraficantes más poderosos de la historia. Las pruebas indicaban que el general había estado utilizando su posición para proteger las operaciones del cártel, proporcionando información sobre los movimientos de las fuerzas armadas y permitiendo el libre tránsito de cargamentos de droga.

El caso fue un duro golpe para el gobierno de Ernesto Zedillo, quien había respaldado el nombramiento de Gutiérrez Rebollo en el INCD. Las acusaciones incluían la aceptación de sobornos y el uso de propiedades financiadas por el narcotráfico. En un registro realizado por las autoridades, se descubrió que el general vivía en un lujoso departamento propiedad de Carrillo Fuentes.

Caída y condena

El 18 de febrero de 1997, Gutiérrez Rebollo fue arrestado y posteriormente procesado por cargos de corrupción, delincuencia organizada y protección a narcotraficantes. Fue condenado a 40 años de prisión. Su captura y juicio generaron un escándalo nacional e internacional, dejando al descubierto la infiltración del narcotráfico en las instituciones de seguridad pública en México.

Durante su defensa, el general negó las acusaciones y afirmó que había sido víctima de una conspiración por parte de sus enemigos políticos y altos mandos militares que buscaban desacreditarlo. Sin embargo, las evidencias presentadas en su contra fueron contundentes, incluyendo testimonios de colaboradores cercanos y documentos que demostraban su relación con el cártel.

Legado y controversia

El caso de José de Jesús Gutiérrez Rebollo se convirtió en un ejemplo emblemático de cómo el poder del narcotráfico logró infiltrarse en los niveles más altos del gobierno y las fuerzas armadas en México. Aún después de su condena, su historia genera debate. Para algunos, su caída simboliza la fragilidad institucional frente al crimen organizado. Para otros, su caso es una muestra de cómo los intereses políticos pueden desmantelar carreras y reputaciones.

Gutiérrez Rebollo falleció el 19 de diciembre de 2013 a los 79 años, mientras cumplía su condena. Su vida y carrera siguen siendo un recordatorio de las complejidades de la lucha contra el narcotráfico en México, así como de los peligros de la corrupción en las estructuras de poder.

La historia de este general morelense pone en evidencia que el narcotráfico no solo opera con violencia y dinero, sino también con influencias que alcanzan las instituciones más respetadas. La caída de Gutiérrez Rebollo representa una advertencia sobre cómo los sistemas de seguridad pueden ser vulnerables a la corrupción, pero también subraya la necesidad de fortalecer los mecanismos de control y transparencia en la lucha contra este fenómeno global.

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