El Callejón del Diablo es uno de los lugares más enigmáticos y llenos de historia de la ciudad de Cuernavaca. Ubicado en la colonia Miraval, este sitio ha sido escenario de leyendas que han perdurado a lo largo de los siglos, fusionando hechos históricos con relatos sobrenaturales.
El Origen del Nombre
El nombre del callejón tiene múltiples explicaciones. Algunos historiadores mencionan que pudo haber surgido por la peligrosidad del lugar en épocas antiguas, ya que era un camino solitario y oscuro donde los asaltantes acechaban a los transeúntes.
Otros relatos populares aseguran que el Diablo mismo se aparecía en el callejón, lo que llevó a la gente a evitarlo durante las noches. Algunos vecinos han contado historias sobre figuras sombrías y extraños ruidos que han sido atribuidos a este misterioso lugar.
La Leyenda de Hernán Cortés y el Diablo
Según la tradición popular, durante la época de la conquista, Hernán Cortés fue perseguido por guerreros tlahuicas en las inmediaciones de Cuernavaca. Durante su huida, llegó a una barranca de aproximadamente cinco metros de ancho, una distancia imposible de superar para su caballo, “Rucio”.
En un acto desesperado, Cortés invocó al Diablo, quien le otorgó a su caballo la fuerza para saltar la barranca y escapar ileso de sus perseguidores. Como muestra de gratitud, se dice que Cortés ordenó la construcción de un puente en ese lugar en el siglo XVI, conocido como el “Puente del Diablo”, que aún se conserva y se eleva 20 metros sobre la barranca.
Más que una Leyenda: Un Lugar Histórico y Turístico
A pesar de su siniestra reputación, el Callejón del Diablo es un sitio de interés tanto para turistas como para investigadores de la historia de Cuernavaca. El Puente del Diablo, con más de 20 metros de altura sobre la barranca, es un testimonio tangible de los relatos que han dado vida a este enigmático lugar.
Para quienes disfrutan de las historias de misterio y desean conocer más sobre el pasado de Cuernavaca, el Callejón del Diablo sigue siendo una parada obligada. Ya sea por su valor histórico, sus leyendas o simplemente por la curiosidad de recorrer sus senderos, este rincón de Morelos continúa cautivando a propios y extraños.