Las autoridades de salud mexicanas han confirmado la detección del primer caso de miasis por gusano barrenador en un ser humano dentro del territorio nacional. La Secretaría de Salud informó que la paciente afectada es una mujer de 77 años, residente del municipio de Acacoyagua, ubicado en el estado de Chiapas.
La dependencia de salud aseguró que la adulta mayor se encuentra en condición estable y está recibiendo el tratamiento médico adecuado, que incluye un esquema de antibióticos. Para garantizar una atención especializada, la paciente fue trasladada al Hospital de Alta Especialidad Ciudad Salud de Tapachula, donde continúa bajo observación y cuidado médico.
Ante esta situación inédita en el país, las autoridades de Agricultura y Salud han puesto en marcha medidas urgentes para proteger a la población. Estas acciones incluyen la capacitación del personal del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) en temas de vigilancia epidemiológica, así como en la prevención y control de la miasis por gusano barrenador.
Según información proporcionada por el SENASICA, la miasis por gusano barrenador es una infestación generada por las larvas de una especie de mosca que se alimenta del tejido vivo de los mamíferos y, en casos muy aislados, de aves. Las larvas tienen la capacidad de infestar diversas lesiones, incluso aquellas tan pequeñas como la picadura de una garrapata. No obstante, las infestaciones suelen ser más comunes en el ombligo de los recién nacidos, en heridas resultantes de procedimientos como la castración o el descorne en animales, y en las áreas vulvares o perineales de las hembras.
De acuerdo con las descripciones del SENASICA citadas en el reporte, la infestación inicial puede manifestarse con un ligero movimiento dentro de la herida. A medida que las larvas se alimentan y crecen, la herida se expande y se profundiza, produciendo una secreción de tipo serosanguinolenta. En el ámbito animal, los ejemplares afectados tienden a apartarse del grupo y presentan signos de depresión, inapetencia y malestar en la zona afectada. Si no se implementa un tratamiento adecuado, los animales pueden fallecer en un periodo de 7 a 14 días debido a la toxicidad o a infecciones secundarias.
La brigada epidemiológica correspondiente a la jurisdicción sanitaria de Tapachula ya está implementando acciones de promoción de la salud, intensificando la vigilancia epidemiológica y estableciendo medidas de contención en la localidad donde reside el caso confirmado.
Este primer caso en humanos en México subraya la importancia de la vigilancia sanitaria y las medidas de prevención para evitar la propagación de esta enfermedad.