El municipio de Huitzilac es la principal puerta de entrada a nuestro estado de Morelos, mediante la autopista México-Cuernavaca, cuya distancia es de 62 km. Fue inaugurada el 18 de noviembre de 1952 por el entonces presidente de la República Miguel Alemán Valdés, convirtiéndose en la primera autopista de cuota del país, con camellón central, tipo boulevard.
Al año siguiente, el presidente de la República Adolfo Ruiz Cortines le donó al estado de Morelos un predio en el kilómetro 46.9 de la autopista, cerca de los límites con el entonces Distrito Federal, en donde se colocó una monumental escultura en piedra del generalísimo José María Morelos y Pavón, héroe del Sitio de Cuautla, y que gracias a él se pudo continuar con el movimiento de Independencia después de que los principales líderes del movimiento fueran derrotados, capturados en Acatita de Baján, puestos en prisión y ejecutados por las fuerzas realistas, a tan solo seis meses de iniciada la Guerra de Independencia. Morelos también creó los principales documentos fundacionales de nuestra nación, como “Los Sentimientos de la Nación”, es por esto que, al crearse nuestro estado en 1869 en su honor llevaría su nombre.
El citado monumento fue obra del escultor potosino Everardo Hernández (1914- ?), quien vino a radicarse a Cuernavaca en 1947, ingresando como profesor del Colegio “Cristóbal Colón”, en donde impartió las materias de dibujo constructivo, biología física y química. También ingresó como catedrático de dibujo y moldeado anatómico en el Instituto de Educación Superior del Estado (hoy UAEM). El maestro Everardo realizó una gran cantidad de esculturas para nuestra ciudad, como “El Niño Artillero” de la Palmas, el monumento a la madre en el Jardín San Juan, y muchas de las esculturas que embellecieron el “Jardín de los Héroes” (hoy Plaza Emiliano Zapata), como la estatua a Cuauhtémoc y la realizada a don Benito Juárez. La escultura de Morelos en la autopista era un coloso de unos 8 metros de alto, con una base de 4 metros, en la que el prócer estaba de pie, con una larga capa en la espalda y que con su brazo derecho extendido y su dedo índice señalaba hacia el estado que lleva su nombre, mientras con la otra mano sostenía un rollo de papel, que seguramente era su famoso documento, leído en Chilpancingo el 14 de septiembre de 1813, durante la apertura del Congreso de Anáhuac. La obra fue inaugurada por el presidente Ruiz Cortines y por el gobernador del estado general Rodolfo López de Nava el 15 de septiembre de 1954.
En 1986 el gobernador Lauro Ortega Martínez, le encargó al artista poblano Ernesto Tamáriz Galicia (1904-1988), una escultura ecuestre del general Morelos en bronce, la cual realizó junto con su hijo Eduardo y su colega Artemio Silva, la cual sustituiría a la de Everardo Hernández que se encontraba en franco deterioro y que fue demolida.
La escultura ecuestre de Tamáriz era bella y armónica, el general Morelos cabalga sobre un musculoso y majestuoso caballo. Envuelto en su capa, Morelos va camino al estado que lleva su nombre con un rollo de documentos en su mano izquierda, mientras con la derecha lleva la rienda de su corcel y en su cinto lleva una larga espada. Esta obra fue debelada por el presidente de la República Miguel de la Madrid Urtado; y es la misma que en diciembre de 2012 fue vandalizada por unos delincuentes que la mutilaron para comercializar con el metal que contenía. El gobierno de Graco Ramírez rescató las partes que quedaron, mismas que fueron llevadas a una bodega del gobierno del estado en Jiutepec. Asimismo, Graco prometió restaurarla, por lo que le pidieron al artista Miguel Michel, quien vivía en Oaxtepec que la restaurara, pero Eduardo Tamáriz, creador de la escultura tenía los derechos sobre la obre y no permitiría que otro artista realizara la reparación, pero Tamáriz cobraba varios millones de pesos por reparar la pieza dañada, por lo que queda de la obra ha quedado en el olvido.
La llamada “Puerta Morelos” o “Paradero Paso Morelos, quedó sin escultura por muchos años, hasta que el pasado viernes 24, la gobernadora Margarita González Saravia recuperó ese espacio y colocó una nueva escultura, siendo el artista José Arcadio Marín Marín el creador de la estatua.
Las opiniones vertidas en este espacio son exclusiva responsabilidad del autor y no representan, necesariamente, la política editorial de Grupo Diario de Morelos.