Eulalio Valdez Taboada, neurocirujano con subespecialidad en cirugía de columna vertebral, adscrito al Hospital General Regional con Medicina Familiar (HGR/MF) No. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Morelos, indicó que el Parkinson es denominado como un trastorno cerebral crónico-degenerativo que provoca movimientos involuntarios, como temblores, rigidez y dificultad con el equilibrio y la coordinación, con mayor prevalencia en hombres.

El médico explicó que esta enfermedad se debe principalmente a la muerte neuronal prematura de varios grupos celulares del sistema nervioso, la cual condiciona una disminución de dopamina en el cerebro.

En este sentido, el especialista detalló que “el IMSS cuenta con terapias a base de medicamentos similares a la dopamina y con estimuladores cerebrales profundos que favorecen el control del movimiento”.

Además mencionó, “se realiza cirugía cerebral para colocar estimuladores cerebrales profundos (DBS, por sus siglas en inglés), que funcionan dando pulsos eléctricos a grupos neuronales que participan en la generación del movimiento y con lo cual pueden dejar de presentarse los síntomas hasta por 15 años”.

“Los trastornos del movimiento y las enfermedades neurodegenerativas no son parte de las principales causas de atención neurológica, sin embargo, la enfermedad de Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente en el mundo”, dijo el médico.

El doctor Valdez explicó que la sintomatología del Parkinson habitualmente tiene una evolución gradual, la cual no tiene un signo o síntoma específico que marque el inicio de la misma.

Sin embargo, señaló que existen varios síntomas no motores que se pueden llegar a presentar, ya sea de manera individual o en conjunto, hasta 10 años antes del inicio de síntomas motores y los más frecuentes son: alteraciones en el olfato y gusto, náusea, vómitos, estreñimiento, marcha insegura con caídas frecuentes, depresión, ansiedad, inatención, alteraciones en la líbido, disfunción eréctil y alteraciones de la eyaculación, reducción de lubricación vaginal, trastornos del sueño y síndrome de piernas inquietas.

En tanto, mientras evoluciona la enfermedad pueden llegar a presentar síntomas más graves, como alucinaciones visuales, alteraciones en la discriminación de colores, visión doble intermitente, delirio, demencia y psicosis.

Los síntomas motores clásicos de la enfermedad son bradicinesia (movimiento lento), temblor de reposo, rigidez e inestabilidad postural.

De acuerdo con el neurocirujano, en caso de identificar algunos síntomas, es importante acudir a la unidad médica más cercana para una anamnesis (recoger información importante del paciente) y exploración física/neurológica completa, a fin de determinar el manejo a seguir.

Cumple los criterios de The Trust Project

Saber más

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

Sigue el canal de Diario De Morelos en WhatsApp