El reconocido influencer y cantante mexicano Kunno, cuyo nombre real es Guillermo Olivo, fue víctima el viernes pasado de una agresión homofóbica fuera de un bar en San Pedro Garza García, Nuevo León. Este incidente, que ha generado indignación y solidaridad en redes sociales, no sólo pone en el centro de la conversación la seguridad de la comunidad LGBTQ+ en México, sino también la persistencia de la violencia basada en la orientación sexual y la identidad de género, incluso en 2025. A continuación, se detalla el suceso, las reacciones y su contexto más amplio.
Detalles del Incidente
Kunno, de 25 años, es un influyente creador de contenido y cantante conocido por su participación en reality shows y su cercanía con figuras como Christian Nodal y Ángela Aguilar. Esa noche, Kunno salió de fiesta con amigos en un bar de la zona metropolitana de Monterrey. Sin embargo, decidió retirarse temprano debido al cansancio y a haber consumido alcohol. Alrededor de las 2:00 AM del viernes 18 de abril, mientras intentaba pedir un Uber, fue interceptado por un grupo de tres a cuatro hombres cerca de la entrada del establecimiento.
Según el testimonio de Kunno, compartido en sus historias de Instagram el 19 de abril, los agresores comenzaron a insultarlo con slurs homofóbicos como "pu...", "jo..." y "amanerado". Kunno explicó que en ese momento llevaba un maquillaje con cristales y brillos, lo que parece haber sido el detonante de los insultos. Inicialmente, pensó que podría tratarse de una broma y no les dio importancia, pero la situación escaló rápidamente. Los hombres lo persiguieron y uno de ellos le propinó un puñetazo en el rostro, causándole una herida sobre la ceja derecha. "Corrí por mi vida", relató Kunno en un video, visiblemente afectado y con lágrimas en los ojos. "Me abrieron la ceja", agregó, mostrando la lesión.
Tras el ataque, Kunno logró escapar y se refugió en un baño cercano, donde se sintió débil y asustado. No sintió dolor inmediato debido a la adrenalina, pero al llegar a casa, rompió en llanto al procesar lo ocurrido. En su relato, destacó que nunca antes había experimentado algo así en su ciudad natal, lo que lo sorprendió y decepcionó profundamente.
La denuncia pública de Kunno
El sábado 19 de abril, Kunno decidió compartir su experiencia en Instagram, no sólo para narrar lo sucedido, sino para visibilizar la violencia que aún enfrenta la comunidad LGBTQ+ en México. "Estamos en pleno 2025 y esto fue un acto de homofobia", expresó con tristeza en uno de sus videos. "No puede seguir sucediendo esto". Kunno enfatizó que, como figura pública con una gran cantidad de seguidores, sentía la responsabilidad de hablar sobre este tema y apoyar a quienes enfrentan situaciones similares. "Esto no debería repetirse", concluyó, llamando a la reflexión sobre la persistencia de la homofobia en la sociedad mexicana.
Su denuncia ha generado una ola de solidaridad en redes sociales, con muchos usuarios expresando su apoyo y condenando la violencia homofóbica. Sin embargo, hasta el momento, no se han encontrado reacciones específicas de otras celebridades o figuras públicas en los reportes iniciales, aunque es probable que figuras cercanas a Kunno, como Christian Nodal o Ángela Aguilar, se pronuncien en los próximos días.
Respuesta oficial y contexto legal
Hasta el momento, no se han reportado declaraciones oficiales de las autoridades sobre el incidente, lo que ha generado preguntas sobre la investigación del caso. La falta de información oficial podría ser indicativa de que el caso aún está en etapas iniciales o que no se ha priorizado públicamente. Esto resalta una preocupación más amplia sobre la respuesta de las autoridades a los crímenes de odio en México, especialmente aquellos motivados por la orientación sexual o la identidad de género.
Contexto de homofobia en México
El caso de Kunno no es aislado y refleja un problema persistente en México. A pesar de los avances en materia de derechos LGBTQ+, como el reconocimiento del matrimonio igualitario en varios estados, los ataques basados en la orientación sexual siguen siendo comunes, especialmente en contextos públicos como bares, calles y eventos nocturnos. Organizaciones de derechos humanos han señalado que la educación y la visibilización son claves para erradicar la violencia homofóbica, que puede manifestarse en formas sutiles, como insultos, o violentas, como agresiones físicas.
La homofobia, definida como el rechazo, miedo, odio o prejuicio hacia personas homosexuales, bisexuales, transgénero o cualquier persona que no se ajuste a las normas tradicionales de género y orientación sexual, sigue siendo un desafío significativo. Este incidente, ocurrido en una ciudad como Monterrey, conocida por su desarrollo económico y social, subraya que la violencia homofóbica no se limita a áreas rurales o menos urbanizadas.
Impacto y reflexión
La agresión contra Kunno no sólo es un recordatorio de la violencia que persiste contra la comunidad LGBTQ+, sino también un llamado a la acción para combatir la homofobia y promover la inclusión. Su valentía al hablar públicamente sobre su experiencia ha inspirado a muchos, y su denuncia podría ser un catalizador para mayores discusiones sobre la seguridad y los derechos de las personas LGBTQ+ en México.
Además, el incidente resalta la importancia de espacios seguros, especialmente en contextos nocturnos, donde las personas deberían sentirse libres de expresar su identidad sin temor a represalias. La falta de reacciones oficiales hasta ahora también plantea preguntas sobre la eficacia de las instituciones para proteger a las víctimas de crímenes de odio y garantizar justicia.
La agresión homofóbica contra Kunno es un caso que conmueve y exige reflexión. Su testimonio, compartido con valentía, no solo busca sanar su propia experiencia, sino también visibilizar una lucha colectiva. En un país donde los avances en derechos LGBTQ+ coexisten con desafíos significativos, este incidente es un recordatorio de que el camino hacia la igualdad aún está en construcción. La esperanza radica en que casos como este puedan impulsar cambios reales, desde la educación hasta la aplicación de la ley, para garantizar que nadie tenga que "correr por su vida" por ser quien es.