Incluso manejando a velocidades vertiginosas se dan tiempo para hacer maniobras de riesgo mortal y ser grabados en video. Hace tiempo que sucede en la autopista México-Cuernavaca, donde “camarógrafos” improvisados provistos de teléfonos celulares son cada vez más, y los fines de semana mayor el riesgo de accidentes mortales. Pero ya que la dirección de Caminos y Puentes Federales (Capufe) no se ha dado por enterada, la gobernadora Margarita González Sarabia pidió que se prohíba esta actividad.
Sin que ninguna autoridad haya podido evitarlo, la MéxicoCuernavaca es un viejo campo de muerte donde tiro por viaje ocurren accidentes, sobre todo los fines de semana. Provenientes de la Ciudad de México, los sábados, y con más los domingos, docenas de motociclistas se reúnen en Tres Marías. Manejan “como locos” por la carretera federal y la autopista, pasan rosando los automóviles, rujen las motos de ida a vuelta a la capital, son adictos sin remedio a la adrenalina, las curvas y la velocidad. Lo han hecho por años, y no dejarán de hacerlo.
La presencia de los “bikers” altera la tranquilidad del pueblo de tres Marías, afecta a peatones y al tránsito de los vehículos locales. El escándalo del ruido, los gritos y los motores acabó por volverse “normal”
Cuatro años atrás, en pleno semáforo rojo por el covid a los “bikers” de la CDMX y de Cuernavaca no les importaron las limitaciones de guardar la sana distancia ni el uso del tapabocas. Continuaron llegando por la carretera federal y la autopista, montados en máquinas de dos ruedas que cuestan docenas de miles de pesos, ataviados con cascos caros, chamarras de diseño, pantalones de piel o de material sintético, botas, mochilas, armadura de rodilleras y coderas, etc., etc. Elementos de la Dirección Estatal de Protección Civil y de la Guardia Nacional
hicieron algunos operativos disuasivos… que no disuadieron a nadie, ni cuando el juego de la velocidad se convirtió en tragedia la mañana del domingo 15 de agosto de 2021. En una sucesión de accidentes de automóviles y tráileres que se desencadenó a lo largo de unos dos kilómetros de la autopista, a la altura de Fierro del Toro murieron seis motociclistas, entre ellos una chica de 20 años. Uno de los muchachos que resultó ileso declaró que manejaban a 250 kilómetros por hora. Entonces comenté en esta columna que fue el peor accidente de motociclistas que hubiese ocurrido en suelo morelense, y advertí que continuarían sucediendo a menos que el Gobierno de Morelos y la Guardia Nacional establecieran operativos de vigilancia los fines de semana, desde el
amanecer hasta el anochecer en puntos específicos, para inhibir las velocidades de vértigo como suelen correr los “bikers”. Obviamente esto no sucedió.
¿De dónde proviene la palabreja “bikers”? En países de Sudamérica les llaman “motoneros”, y en México no hace mucho tiempo que eran comúnmente conocidos con el vocablo de motociclistas, del que la imitación de lo “gabacho” derivó en el anglicismo “biker”. De ellos se juntan por docenas los domingos en el crucero de Tres Marías, la mayoría hombres y unas cuantas mujeres, proceden de la CDMX y pocos van de Cuernavaca. Dejan un dinero en los puestos de comida y las fondas donde consumen quesadillas, cervezas y refrescos. Llevan años viniendo. Nadie se los puede prohibir. Tienen a su favor la libertad constitucional del libre tránsito y cuentan con la ineficacia de Capufe… (Me leen mañana).
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