Un día como hoy, hace 43 años, el patrimonio cinematográfico de México enfrentó una de sus mayores tragedias: el incendio de la Cineteca Nacional, que consumió durante 16 horas no solo su sede en Estudios Churubusco, sino miles de obras irrepetibles. Aunque el origen del siniestro sigue sin esclarecerse, su impacto marcó un antes y un después en la preservación fílmica del país.
La Cineteca Original: Un legado que ardió en llamas
Inaugurada el 17 de enero de 1974, la Cineteca Nacional se estableció en los Estudios Churubusco con la misión de resguardar y difundir el cine nacional e internacional. Sus dos salas —el Salón Rojo y la Sala Fernando de Fuentes— proyectaron joyas como El compadre Mendoza (1933), cinta con la que abrió sus puertas. Para 1980, ya albergaba el primer Foro Internacional de la Cineteca, consolidándose como un faro cultural.
24 de marzo de 1982: La tarde que el fuego lo cambió todo
El miércoles 24 de marzo de 1982, durante la proyección de La tierra de la gran promesa (del polaco Andrzej Wajda), el humo comenzó a filtrarse en la sala. A las 18:00 horas, los bomberos evacuaron a los asistentes. Minutos después, una explosión —provocada por el contacto del fuego con rollos de nitrato de plata altamente inflamables— intensificó las llamas. El incendio, incontrolable, arrasó el edificio y sus bóvedas durante 16 horas.
Pérdidas incalculables
El fuego devoró:
- 6,506 negativos (incluyendo 3,300 producciones mexicanas).
- 2,300 guiones y 9,278 libros y revistas.
- Dibujos originales de Sergei Eisenstein y Diego Rivera.
- Negativos de películas de Juan Orol y Manuel Álvarez Bravo.
- Archivos fílmicos de la presidencia de Plutarco Elías Calles.
El Archivo General de la Nación (AGN) reportó 7 muertes (4 civiles y 3 bomberos) y 50 heridos, entre ellos el mayor Vicente Solana.
Misterio y memoria: El origen nunca revelado
A cuatro décadas del suceso, no existe una versión oficial sobre la causa del incendio. En 2018, el documental Los rollos perdidos (dirigido por Gibrán Bazán) exploró cómo el siniestro borró parte de la memoria visual mexicana, incluyendo rollos filmados por Servando González durante el 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco. La cinta subraya cómo este evento truncó la educación cinematográfica del país.
Renacimiento en Coyoacán: La Cineteca que conocemos hoy
Tras dos años de esfuerzos, el 27 de enero de 1984 se inauguró la nueva sede en Xoco, Coyoacán, con cuatro salas. En 2012, una remodelación amplió su capacidad a 10 salas y un foro al aire libre. Hoy, cuenta con bóvedas de preservación, un laboratorio de restauración digital y el Centro de Documentación Carlos Monsiváis. Además, en agosto de 2023, abrió sus puertas la Cineteca Nacional de las Artes en el Cenart, y se anuncia una próxima sede en Chapultepec.
El incendio de 1982 no solo destruyó películas: calcinó fragmentos de la identidad cultural de México. Sin embargo, su renacimiento simboliza la resiliencia de un país decidido a proteger su arte. Como escribió Monsiváis: "La memoria no se quema". Hoy, mientras las llamas de 1982 siguen siendo un misterio, la Cineteca Nacional continúa proyectando historias, recordándonos que incluso en las cenizas, hay semillas de renacimiento.